Blogia
Febrero Loco

2 poemas de Óscar Hahn y 2 poemas de Óscar Hahn

2 poemas de Óscar Hahn y 2 poemas de Óscar Hahn

 

 

Ningún Lugar Está Aquí O Está Ahí...

Ningún lugar está aquí o está ahí
Todo lugar es proyectado desde adentro
Todo lugar es superpuesto en el espacio

Ahora estoy echando un lugar para afuera
estoy tratando de ponerlo encima de ahí
encima del espacio donde no estás
a ver si de tanto hacer fuerza si de tanto hacer fuerza
te apareces ahí sonriente otra vez

Aparécete ahí aparécete sin miedo
y desde afuera avanza hacia aquí
y haz harta fuerza harta fuerza
a ver si yo me aparezco otra vez si aparezco otra vez
si reaparecemos los dos tomados de la mano
en el espacio
donde coinciden
todos nuestros lugares

 

 

 

En Una Estación Del Metro


Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro


y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos


y la perdieron para siempre entre la multitud


Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por las estaciones


y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles


Y quizás el amor no es más que eso:


una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro


y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre

 

http://www.letraslibres.com/revista/poemas/el-quinto-elemento

 http://www.youtube.com/watch?v=3N916O042_0

 

 

 

Meditación Al Atardecer

 

Esta calle que baja dura una eternidad

Aquí se cuecen vivos los grandes pensamientos

Ha llegado la hora del descanso en que no se descansa
Cuando los perros creen en santas y en fantasmas

En este punto mi madre y mi hermana preguntaron sin voz
¿Y qué sabes tú de todo eso?

Me han enterrado dos veces este otoño mamá

En esto el huracán me separo las alas con violencia
y el ataúd se rompió.

¿Qué hace mi hermana en el bosque?
Su fantasma salió de mis propias cenizas

Mi espada quiere beber de su sangre
y centellea con ardiente deseo

Mi madre es un viento que seca los árboles frutales

Y qué sabes tú de todo eso preguntaron sin voz

Los niños y las amapolas son inocentes
hasta en su maldad recitaron en coro

Ahora oigo sonar sus viejas caras
Las de mi madre y las de mi hermana

La tierra tiene piel y esa piel padece enfermedades
replicaron llorando

Es cierto hijo que eres una noche de oscuras risas

¿De dónde sacas lo que vomitas?
Sal de tus profundidades oye

Ahora el sol me derrite y los perros me lamen la piel

Eres un charco de muerte en las pesadillas
de los condenados al sueño me gritaron las brujas

Soy un charco de sueño en las pesadillas
de los condenados a muerte queridas

En este punto volvieron a decirme sin voz
¿Y qué sabes tú de todo eso?

Váyanse al mismo diablo les dije

Esta calle que baja
no acaba nunca de bajar

 

 

 

Visión de Hiroshima

Arrojó sobre la triple ciudad un proyectil
único, cargado con la potencia del universo.
Mamsala Purva (Texto sánscrito milenario)


Ojo con el ojo numeroso de la bomba
que se desata bajo el hongo vivo.
Con el fulgor del hombre no vidente, ojo y ojo.

Los ancianos huían decapitados por el fuego,
encallaban los ángeles en cuernos sulfúricos
decapitados por el fuego,
se varaban las vírgenes de aureola radioactiva
decapitadas por el fuego.


Todos los niños emigraban decapitados por el cielo.


No el ojo manco, no la piel tullida, no sangre
sobre la calle derretida vimos:
los amantes sorprendidos en la cópula,
petrificados por el magnesium del infierno,
los amantes inmóviles en la vía pública,
y la mujer de Lot
convertida en columna de uranio.


El hospital caliente se va por los desagües,
se va por las letrinas tu corazón helado,
se van a gatas por debajo de las camas,
se van a gatas verdes e incendiadas
que maúllan cenizas.

La vibración de las aguas hace blanquear al cuervo
y ya que no puedes olvidar esa piel adherida a los muros
porque derrumbamiento beberás, leche en escombros.


Vimos cúpulas fosforecer, los ríos
anaranjados pastar, los puentes preñados
parir en medio del silencio.


El color estridente desgarraba
el corazón de sus propios objetos:
el rojo sangre, el rosado leucemia,
el lacre llaga, enloquecidos por la fisión.


El aceite nos arrancaba los dedos de los pies,
las sillas golpeaban las ventanas
flotando en marejadas de ojos,
los edificios licuados se veían chorrear
por troncos de árboles sin cabeza,
y entre las vías lácteas y las cáscaras,
soles o cerdos luminosos
chapotear en las charcas celestes.

Por los peldaños radioactivos suben los pasos,
suben los peces quebrados por el aire fúnebre.
¿Y qué haremos con tanta ceniza?

 

 

http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0030280.pdf

http://www.lexia.com.ar/O.HAHN.htm

http://www.youtube.com/watch?v=uao-peqGb7E

0 comentarios