Blogia
Febrero Loco

El País de Jauja

El País de Jauja

 

El Horai de Japón vendría a ser como nuestro País de Jauja, que se dice de él que era como un paraíso hasta tal punto rico que se ataban los perros con longanizas. Aunque Jauja era la región de los Hatun-Xauxas, que en marzo de 1533, el conquistador extremeño Hernando Pizarro y de Vargas exploró, situada en el Valle del Hatunmayo, hoy llamado Valle del Mantaro, en Perú. Este valle era un lugar paradisíaco, cubierto de abundante vegetación y con muy buen clima. Pizarro dijo que de todos los lugares que había visto en toda su vida aquél era el mejor lugar para asentarse, no solo por su naturaleza también por el oro y la plata y por su abundante población. Tanto los cronistas de la época como el propio Pizarro enviaron cartas a España contando las excelencias del lugar por lo que se grabó en la imaginación de los españoles como un lugar fabulosamente rico. Como ellos lo escribían Jauja por su sonido, así, se quedó Hatun-Xauxa con el paso de los años como Jauja. Y, también, Jauja era jauja porque allí llegaba el oro y la plata que Atahualpa dio para su libertad.

Pues, así nació la leyenda de Jauja y más tarde fue desarrollándose. En el siglo XIII en un poema del norte de Francia y en una narración anónima inglesa The Land of Cockaygne aparece un país de Cuñaca o Jauja, donde existen ríos de aceite, miel y vino; los gansos vuelan ya asados; los monjes y las monjas bailan juntos y los alimentos están al alcance de la mano por todas partes. En 1560, en Roma, Petrus Nobilio escribió un libro sobre la leyenda de Jauja, todas las princesas soñaban con ese país. En el siglo XVII en el Romancero español Jauja es ya un país fabuloso y paradisíaco. Lope de Rueda en su obra El Deleitoso hace referencia a un valle famoso por su riqueza y su clima, y que cuenta con ríos de leche, barreras de carne asada, lagunas de miel, pantanos de cuajada y azudes de vino oporto. Y, por último Edgardo Rivera, que nació en Jauja mismo, en 1933, escribe: "En Jauja todo es posible...tierra de holganza y felicidad que pintan los romances antiguos...Me gustaría escribir alguna vez un libro sobre esa leyenda del País de Jauja".

También, en la pintura aparece representado por Brueghel, bajo el título de País de Jauja, en 1567; en él aparece un cerdo que llega con el cuchillo clavado dispuesto para ser comido, las casas están cubiertas de tortas y los hombres duermen saciados.

Pero no todo es jauja.

0 comentarios