Jamborre, el club de jazz más emblemático de Barcelona, cumple 50 años
Quiero compartirlo con vosotros, sólo una vez escuche jazz en Barcelona, fue a principios de los 70, era de noche, las calles estaban de invierno, las luces de los coches iluminaban el asfalto como en el inicio de una película de Cassavetes, me recomendaron aquel local y allí fui, era como una cueva o una cava, por la zona de L’Eixample, era calentito, confortable, como un útero ocre; había un silencio no impuesto si no un silencio de buenestar. Apenas seríamos unas diez personas, contando a los músicos, un cuarteto: piano, saxo, bajo y batería. ¡Dios, sonaban a gloria! los dedos del pianista se estiraban mirando más allá que sus ojos que cubría con unas gafas negras, vestía perfecto y su perfil se marcaba sobre el fondo del local como un grabado en sobrerelieve, muy definido. De sus dedos salían disparadas hacia el piano ideas que volaban sin detenerse. Me quedé mirándolo fijamente y mis oídos se ampliaron hasta fundirse con la sonoridad del local, no muy grande, recogiendo todo ese jazz, sin barreras, ¡impresionante!. Cómo podía estar escuchando aquella prodigiosa maravilla casi en la intimidad. Al acabar el primer pase el pianista se levantó despacio, apoyo su mano en el piano, mientras el saxofonista se encendia un cigarrillo con un zippo de gran llama, era ciego, acercó la enorme llama al cigarrillo, seguramente guiado por el calor que desprendía o un atisbo de resplandor, temí que se quemara la cara. Pianista y saxofonista se cogieron del brazo y deslizando los pies, con cuidado, sobre la tarima, a pequeños pasos, aquellos dos visionarios salieron del pequeño escenario hacia la barra del bar, que tantearon con sus manos, donde les sirvieron dos vasos anchos, gruesos y cortos con hielo y se pusieron a hablar. No tengo palabras, esa fue la primera y la última vez que escuché jazz en Barcelona, no se dónde, una cava, una cova del jazz, no sé, lo que sí se es que el pianista de perfil eterno y manos voladoras era el grandísimo Tete Montoliu y creo que el saxofonista era Roland Kirk, Herbie Lewis, el contrabajista y Billy Higgins el batería, pero no puedo asegurarlo.
He aprovechado la noticia del 50 Aniversario de uno de los tempos del jazz de Barcelona, el Jamboree, para contaros esas horas inolvidables. El Jamboree se inauguró un 9 de enero de 1960, a las 6 de la tarde, con un quinteto liderado por Tete Montoliu y formado por algunos de los mejores músicos de jazz locales y foráneos. A pesar del gris franquismo por el Jamborre pasaron grandes músicos de jazz como: Ella Fitzgerald, Bill Coleman, Elvin Jones, Lou Bennett, Chet Baker, Roland Kirk, Dexter Gordon, Art Farmer o Ornette Coleman.
Todos esto nos lo cuentan desde el Jamborre, cuentan que así estuvo la sala durante diez años hasta que se vio obligada a cerrar pero en 1992 se reabrió el local. Esta última etapa del Jamboree que continua hasta hoy mismo y más allá, comenzó en 1993, Mas i Mas se hizo cargo de su gestión y su adaptación a los nuevos tiempos. En estos largos años han circulado por el Jamborre grandes músicos Christian Scott, Roy Haynes, Brad Mehldau, Joshua Redman, Ravi Coltrane o Kenny Garrett y nuestros músicos más preciados como Perico Sambeat, Llibert Fortuny, Chano Domínguez, Ignasi Terraza, Laura Simó o Carles Benavent, entre tantos.
Durante estos 50 años se han organizado 19.000 conciertos y en su última etapa han asistido alrededor de dos millones de espectadores.
Nos dicen, desde el Jamboree, y nos tientan:
“Darrera de tot això, hi ha molta feina, moltes alegries, molts entrebancs, moltes satisfaccions... Però el que queda de tot això és el record de nits memorables amb impressionants artistes donant-ho tot a sobre de l’escenari, entregant-ho tot a un públic que ha anat fent seva la sala. A poc a poc, el Jamboree s’ha convertit en una institució del jazz, en un club estimat i respectat no només a nivell nacional sinó també arreu del planeta. Per això volem celebrar aquest 50è aniversari amb una programació ben especial, en què s’homenatjarà a algunes de les figures que han passat pel club deixant una empremta inesborrable a la memòria de milers de persones.”
Lo sé, volveré a escuchar jazz en Barcelona y seguro que será algo para recordar muy dentro del corazón.
Gracias al Jamboree por alimentar al Jazz con tanta constancia y, a veces, lo sé, sufrimiento pero ¿a que ha valido la pena?.
Feliç 50 Aniversari i per molts anys.
http://www.youtube.com/watch?v=0nrZ_rEmFHg
Jazz a Barcelona:
http://www.urbaanjazz.com/index.php?ville=Barcelona⟨=catala
http://www.masimas.net/4_0/MES/default.cfm?SALA=1
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