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Febrero Loco

Marcos Ana vuelve mañana a sus proyectos

Marcos Ana vuelve mañana a sus proyectos

Marcos Ana, hijo de Marcos y de Ana, tiene 90 años, 67 de vida,  y está en marcha, dice que hay que tener proyectos, se tengan los años que se tengan mientras hay proyectos la vida y la juventud permanecen, una cierta juventud permanece, pero cuando se terminan los proyectos es cuando termina realmente la vida aunque vivas vegetalmente unos años más y, a él, afortunadamente, le sobran los proyectos, no tengo tiempo de envejecer, dice. Y aunque una insuficiencia respiratoria le llevó hace unos días al hospital en Madrid mañana le dan el alta y tiene un proyecto perfecto, parar sus deambulares sonámbulos y recopilar una antología de sus poemas.

 

23 años en la cárcel, cuando tenía 87 años dijo:

Tengo la friolera de 87 años, aunque, como digo siempre, esos son años de edad. De vida tengo 64, que son los que quedan al restar los 23 que pasé en la cárcel. Entré con 19 años en mayo del año 1939 y salí en el año 1962 con 42. Soy la persona que más tiempo seguido ha pasado en las cárceles franquistas.

 

 

Marcos Ana es conocido, querido y reconocido en el mundo entero.

Cuando Fernando (Marcos Ana) era un niño, en Alcalá de Henares, su madre envió a su padre a por carbón y él, a regañadientes, fue a por el, estaba muy cansado pero cogió el capazo y se marchó y nunca más regresó, un bombardeo acabó con su vida, la madre siempre vivió con el sentimiento de culpa alojado en su pecho. Fernando tenía 15 años volvía a casa y en un jardincillo en la oscuridad vio la luz de una linterna y unos amigos que decían “aquí hay muertos”, “aquí hay sangre”  les quitó la linterna y reconoció unas botas siguió el cuerpo con la luz de la linterna hasta llegar a su cara completamente abierta por la metralla, era su padre. Hastiado con la situación política y social de su país, se hizo voluntario en un batallón de milicias republicanas en Guadarrama y allí comienza su misión de paz y libertad.

Ahora dice: Yo quiero un mundo sin armas y sin guerras donde el hambre desaparezca para siempre donde las desigualdades no existan donde sol salga caliente para todos donde podamos comer nuestro pan con alegría. Ese es el mundo que yo quiero y por el que lucho y lucharé siempre, hasta el último suspiro de mi vida por encima de los errores y por encima de los naufragios que hayamos podido tener y las decepciones que a veces la vida nos depara.

Ya tenéis ráfagas, rasgos de Fernando, de Marcos Ana, es difícil expresar en discurso coherente tanto despropósito pero lo voy a intentar.

Fernando Macarro Castillo nació en 1920 en Alconada (Salamanca), hijo de campesinos,  es conocido como Marcos Ana, poeta, porque desde el presidio se extendieron sus versos por todo el mundo, que escritos en papeles de fumar, ocultos en tubos de pasta de dientes o memorizados por compañeros que salían en libertad llegaban hasta compañeros exiliados que les daban voz.

Fernando, durante la guerra civil, luchó por la libertad y en la retirada ante el avance de las tropas franquistas llegó a Alicante, al puerto, de donde salían barcos a Rusia, al exilio, pero hubo un bloqueo naval y las divisiones italianas cercaron el puerto, Fernando se rindió y fue preso e ingresado en un campo de concentración en Albatera, a los pocos días escapó y se dirigió a Madrid, de nuevo fue detenido y fue torturado durante 43 días y condenado a muerte. Dos veces fue condenado a muerte en sus años de presidio y su gran preocupación era no perder la dignidad en el momento en que llegara La Pepa que es como llamaban a la pena de muerte. Pensaba en salir bien, dice Marcos Ana, tenía más miedo a perder la dignidad que a la muerte, miedo a no morir gritando Viva la Libertad si no a derrumbarse desanimando a los compañeros que esperaban el mismo destino y dando fuerza a los opresores. En las situaciones límites el hombre opta por la traición, que es el camino más fácil… pero la dignidad es el sendero que te permite terminar la existencia con la cabeza en alto. Y, así, aguantó torturas y torturas.

El calor de los compañeros hacia más llevadera la prisión y la espera, eso era en la cárcel de Porlier pero en Ocaña fue confinado en una celda en la que con los brazos en cruz tocaba las paredes y solo; dice que con lo que se piensa en una noche se podría escribir un libro y que se desarrollan facultades extraordinarias que normalmente no se tienen.

En la cárcel Marcos Ana y sus compañeros editaron una revista, cuando la descubrieron él se hizo responsable único de su edición y de la culpa y fue torturado para que delatará a sus compañeros pero la imaginación le dio fuerzas para resistir, imaginaba a sus compañeros diciendo que el chaval, como le llamaban, si que tendría valor para resistir e imaginaba su vuelta y la diferencia entre volver humillado o ser recibido por el cariño de sus compañeros.

Todo ese futuro incierto, esa incierta capacidad de resistencia dotaba a los presos de un humor macabro que  desde la desesperación les llevo a componer un himno, un chotis, a La Pepa, la pena de muerte, porque el humor y la tragedia van de la mano, dice Marcos Ana. Por la mañana cuando bajaban  al patio, felices porque sabían que les quedaban por lo menos 12 horas más de vida porque de madrugada iban, quizás, a ser fusilados cantaban el Himno a la Pepa que comenzaba: ”Es la Pepa una gachí que está de moda en Madrid y que tiene predilección por los rojillos cuando viene esta mujer a la cárcel de Porlier al más bravo se le arruga el solomillo”. Sería frivolidad si no fuera desesperación.

Imaginad la desesperación, el miedo, además del hambre, las torturas, … pero Marcos Ana mantenía la moral de todos, escribía poemas, pasquines, organizaban homenajes como el que le organizaron a Miguel Hernández. Imaginad abrazar a compañeros y amigos antes de su ejecución, recordar sus rostros, su última mirada clavada en el corazón y saber que en tu rostro también habrá una última mirada. Algunos murieron de frío o de hambre. Su madre, Ana, apareció muerta en una zanja junto a la cárcel de Burgos donde estuvo Marcos los últimos años. En ese ambiente de extremo dolor, el hombre despierta sentidos, instintos de supervivencia impensables. Y, así, aparecen dos sentimientos profundos Fraternidad si se comparte, Terror si es en soledad.

 Y luego va y, irónicamente, viene el miedo a la libertad, al saber que iba a salir de la cárcel sintió una terrible indefensión, costaba trabajo reconstruir la realidad, 23 años de aislamiento le llevaban a preguntarnos:

http://www.dosorillas.org/spip.php?article1273

Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros.

Habladme del mar, habladme
del olor ancho del campo,
de las estrellas, del aire.
Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llaves,
como la choza de un pobre.

Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del amor, no lo recuerdo.

¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?

¿O sólo queda esta fosa,
la luz de una cerradura
y la canción de mis losas?

Veintidós años… Ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma… Escribo

a tientas: “el mar”, “el campo”…
Digo “bosque” y he perdido
la geometría del árbol.

Hablo, por hablar, de asuntos
que los años me borraron

(no puedo seguir, escucho
los pasos del funcionario).

 

Al salir de la cárcel, un 17 de noviembre de 1961, gracias a la presión de intelectuales españoles exiliados y Amnistía Internacional, tuvo que irse a París donde el Partido Comunista, su partido, le destino a apoyar a los presos políticos españoles en el Centro de Información y Solidaridad con España que presidía Pablo Picasso. Desde ahí recorrió Europa y Sudamérica llevando mensajes de Paz y Libertad. En 1976 con la amnistía que concedió Franco a los presos políticos pudo regresar a España. Pero Marcos Ana no para, viaja por todo el mundo, Sudamérica, Palestina, el Sahara.. dice que es un ciudadano de la vía Láctea; Rafael Alberti le decía que tenía que llamarse Marco Polo no Marcos Ana.

Ha publicado varias obras, como Poemas desde la cárcel (1960, publicado en Brasil); España a tres voces (1963, publicado en Argentina); Las soledades del muro (1977), y, el último Decidme cómo es un árbol (2007), una biografía de casi 400 páginas donde narra sus años en prisión y su posterior exilio en el extranjero, su trabajo en la cárcel, anécdotas, poesías que escribió, su relación con poetas como Neruda, Miguel Hernández o Rafael Alberti... y con un prólogo de José Saramago. Y, ahora,  le gustaría publicar una Antología de sus poemas, recoger los poemas que salían de la cárcel en papeles diminutos, escondidos en objetos varios o en la memoria de los compañeros liberados a los que la memoria les traicionaba, ante la emoción de volver a la libertad, olvidando algunos versos que luego inventaban.

Entrevista:

http://www.rtve.es/mediateca/audios/20100131/entrevista-a-marcos-ana-no-dia-cualquiera/681501.shtml

 

Homenaje a Miguel Hernández

Marcos Ana junto con otros presos celebraron en prisión un homenaje a Miguel Hernández con motivo de su 50 aniversario en el año en 1960, fue en la prisión de Burgos se llamaba Sino Sangriento. Homenaje a voz ahogada para Miguel Hernández”, de noche,  en un pequeño escenario hecho con mantas,…  era muy bello porque reconstruía el periplo del gran poeta asesinado a través de sus libros. Increíblemente, la música jugaba un papel protagónico: Hacíamos flautas con los palos de las escobas… y cuando se aducía a los soviéticos sonaba la Internacional , cuando a los franceses la Marsellesa y cuando a los mexicanos La Cucaracha. Tiempo después la obra se montó en París y, como en un juego de espejos, el ritual de los presos asistiendo a las funciones era otro elemento dramatúrgico.Marcos Ana consiguió sacar el texto de los muros de la prisión en un papel diminuto y, así, se pudo editar y ha sido representado con motivo del centenario de la muerte del poeta.

 

Como poeta se pregunta y dice:

En el siglo XX fueron las sociedades totalitarias, y en la actualidad -como un reemplazo disimulado- son las sociedades mediáticas. ¿Frente a ellas cuál debe ser la posición del poeta?

La poesía tiene la obligación de cumplir con el mandamiento de Gabriel Celaya: "ser un arma cargada de futuro". Yo no hice poesía intimista. Es muy triste y casi inmoral que te retires a una ladera a inventar tu poema solitario, sobre todo cuando se comprende que la poesía llega más directamente al corazón de la gente. Los documentos se pierden con el tiempo. Terminan siendo materiales de los polvorientos archivos y las bibliotecas oficiales. En cambio los poemas habitan una perpetua vitalidad, son una llama inextinguible, la voz ansiosa del deseo que aletea en la memoria colectiva y se niegan tanto a la petrificación como al olvido.

El fascismo se extendió como una mancha oscura a lo largo y ancho de Europa. Después acudimos a sus funerales. Pero era un simulacro de final, un epílogo que en realidad era otro prólogo. Ahora nos han robado las palabras. Los hipotéticos demócratas representan el mundo del deseo y en sus bastidores respiran los viejos generales y los viejos dinosaurios.

 http://server2.foros.net/viewtopic.php?t=513&mforum=memorialibertad

 http://www.blip.tv/file/2964729

 

Con Pablo Neruda

Al salir de prisión Marcos Ana fue a Chile a encontrarse con Pablo Neruda. Al llegar a Valparaíso en un camino vio dos figuras, eran Matilde y Pablo. Subían los tres por el borde del mar hacia la casa y los árboles tapaban la visión del océano, de repente Pablo le cogió del brazo emocionado “Marcos el mar” y allí estaba el océano en todo su esplendor. Llegaron a la casa, Matilde estaba cansada y se fue a dormir, Pablo y Marcos, se quedaron hablando, en un momento dado Pablo dijo Somos unos insensatos hubiéramos tenido que grabar esta conversación. Bueno, dijo Marcos, pienso contarlo. Pero lo que tu escribas no tendrá el temblor que han tenido tus palabras….  dijo Pablo. Tenía razón Pablo Neruda, dice Marcos, cuando se repiten las cosas pierden la emoción.

 

Lo que queda visible:

Muchas veces cuando Marcos Ana llega a un hotel y se acerca a información, porque ha quedado con su editor, aun pregunta ¿qué numero de celda tiene?

 

Y lo que prevalece por dentro:

Muchas veces se siente inquieto y un poco molesto en los homenajes que recibe porque tampoco olvida a sus compañeros, piensa en los seres oscuros, esa gente sencilla y anónima, que no tienen rostro que no tienen nombre y que no han tenido ningún reconocimiento publico, ni personal.

 

http://www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?portal=0&Ref=12429&video=1

http://www.aytoarenas.es/oldweb/html/Marcos_Ana_por_Emilio_Silva.pdf

Su Web:

http://www.marcos-ana.com/

 

 

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