José Ángel Valente (1929- 2000)
Cómo podría aquí cuando la tarde baja
con fina piel de leopardo hacia
tu demorado cuerpo
no ver tu transparencia.
Enciende sobre el aire
mortal que nos rodea
tu luminosa sombra.
En lo recóndito
te das sin terminar de darte y quedo
encendido de ti como respuesta
engendrada de ti desde mi centro.
Quién eres tú, quién soy,
dónde terminan, dime, las fronteras
y en qué extremo
de tu respiración o tu materia
no me respiro dentro de tu aliento.
Que tus manos me hagan para siempre,
que las mías te hagan para siempre
y pueda el tenue
soplo de un dios hacer volar
al pajarillo de arcilla para siempre.
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MATERIA
Convertir la palabra en la materia
donde lo que quisiéramos decir no pueda
penetrar más allá
de lo que la materia nos diría
si a ella, como un vientre,
delicado aplicásemos,
desnudo, blanco vientre,
delicado el oído para oír
el mar, el indistinto
rumor del mar, que más allá de ti,
el no nombrado amor, te engendra siempre.
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José Ángel Valente, gallego, nacido en Ourense un 25 de abril de 1929, estudió en la Facultad de Derecho de Santiago de Compostela; en 1947 se fue a Madrid y se licenció en Filología Románica.
De 1955 a 1958 fue miembro del Departamento de Español de la Universidad de Oxford. En 1958 se trasladó a Ginebra, donde ejerció como profesor y traductor, y, posteriormente, a París, donde dirigió un servicio de la Unesco. Ha traducido poemas de Hopkins, Cavafis y Montale, entre otros autores. En 1954 obtuvo el premio Adonais por su libro “A modo de esperanza”. En 1986 regresó a España y se instaló en Almería. En 1988 obtuvo, junto con Carmen Martín Gaite, el Premio Príncipe de Asturias y en 1993 el Premio Nacional de Literatura.
Más poesía:
http://www.enfocarte.com/6.27/valente.html
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A usted le doy una flor,
si me permite,
un gato y un micrófono,
un destornillador totalmente en desuso,
una ventana alegre.
Agítelos.
Haga un poema
o cualquier otra cosa.
Léasela al vecino.
Arrójela feliz al sumidero.
Y buenos días,
no vuelva nunca más, salude
a cuantos aún recuerden
que nos vamos pudriendo de impotencia.
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Biografía
Ahora cuando escribo sin certeza
mi bionotabibliográfica
a petición de alguien que desea excluirme
de favor y por nada
en consabida antología
de la sempiternamente joven senescente
poesía española de posguerra
(de qué guerra me habla esta mañana,
delicado Giocondo, entre tenues olvidos,
de la guerra de quién con quién
y cuándo)
cuando escribo
mi bioesquelonotabibliográfica
compruebo minucioso la fecha de mi muerte
y escasa es, digo con gentil tristeza,
la ya marchita gloria del difunto.
http://www.poesia-inter.net/indexjav.htm
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LATITUD
No quiero más que estar sobre tu cuerpo
como lagarto al sol los días de tristeza.
Se disuelve en el aire el llanto roto,
al pie de las estatuas
recupera la hiedra
y tu mano me busca
por la piel de tu vientre
donde duermo extendido.
El pensamiento melancólico
se tiende, cuerpo, a tus orillas,
bajo el temblor del párpado, el delgado
fluir de las arterias,
la duración nocturna del latido,
la luminosa latitud del vientre,
a tu costado, cuerpo, a tus orillas,
como animal que vuelve a sus orígenes.
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José Ángel Valente murió en Ginebra el 18 de julio de 2000.
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