Elegía a José Watanabe
Hace unos meses entré en una librería con una pequeña sección de poesía pero descubrí verdaderas joyas de poesía china y a otros autores que hacía tiempo buscaba, me llamó la atención Watanabe, como aquella pianista de jazz que subía al escenario con su capazo, lo dejaba a un lado y comenzaba a tocar deshilvanando las notas suave y precisamente. ¡Que sorpresa! ¡qué poeta! Poeta peruano, que hoy más de uno lloraremos. Otro que se nos ha dejado. Demasiadas emociones para un mismo día, quizás por eso el cielo acaba de descargar sus lágrimas y grita con sus truenos seco.
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Escuchar a Watanabe
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Basho
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El estanque antiguo,
ninguna rana.
El poeta escribe con su bastón en la superficie.
Hace cuatro siglos que tiembla el agua.
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Última noticia
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Ésta es tu última noticia, cuerpo:
una radiografía de tus pulmones, brumas
inquietantes, manchas de musgo sobre la nieve sucia.
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La tierra espera que algún día
todos los órganos, como los perros, la husmeen
buscando la yerba benéfica. Tus pulmones,
entre hojas sedosas,
lucirán sanos y tersos como recién nacidos
y concertarán con un joven buey
el rítmo amplio de su respiración. Al fondo
habrá un cielo luminoso y ninguna sombra,
sobre todo ninguna sombra aciaga.
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