Iluminación
Se abre el mar a la luz que lo descompone
ya sin puertos, ni boyas, ni playas, ni costas
ni arrecifes, ni acantilados donde chocar,
donde amarrarse, uno ante lo inmenso e inmenso ante lo uno
diminuto a veces zarandeado, a veces sereno, a veces sin tiempo
negándose y meciéndose, siendo sin ser, desmenuzable.
A.Nunner
0 comentarios