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Febrero Loco

Maimónides (1135 - 1204)

Maimónides  (1135 -  1204)

Maimónides, nació en Córdoba en el 1135 y murió en El Cairo en el 1204, él fue quién dijo aquello de: “Mente sana en cuerpo sano”. Maimónides clasificaba la medicina en tres apartados: preventiva, curativa y de atención a los convalecientes, incluyendo los inválidos y los ancianos. En sus enseñanzas de medicina se basaba en la patología humoral de Hipócrates y Galeno y se oponía al uso de hechizos, encantamientos y amuletos; también insistía en no confiar en nada establecido, en cuestionarlo todo, por ello a sus discípulos les enseñaba a observar y razonar de forma crítica:

"Si alguien te afirma que tiene prueba de su propia experiencia de algo que necesita para confirmar su teoría, aún cuando sea una persona de gran autoridad, seriedad y moralidad, deberás dudar, no dejes tu mente ser arrastrada por las novedades que te cuenta sino que examina cuidadosamente sus teorías y sus creencias así como debes hacer respecto a las cosas que declara haber visto; examina el asunto sin dejarte de persuadir fácilmente. Y esto que te digo es cierto, sea que la persona en cuestión fuera un notable o uno del pueblo. Porque una voluntad fuerte puede llevar a una persona a hablar erróneamente, especialmente durante una discusión..."

Maimónides, también escribió esta "Oración Matinal del Médico":

"Dios Todopoderoso, Tú has creado el cuerpo humano con infinita sabiduría. Tú has combinado en él diez mil veces, diez mil órganos, que actúan sin cesar y armoniosamente para preservar el todo en su belleza: el cuerpo que es envoltura del alma inmortal. Trabajan continuamente en perfecto orden, acuerdo y dependencia.

Sin embargo, cuando la fragilidad de la materia o las pasiones del alma trastornan ese orden o interrumpen esa armonía, entonces una fuerzas chocan con otras y el cuerpo se desintegra en el polvo original del cual se hizo. Tú envías al hombre la enfermedad como benéfico mensajero que anuncia el peligro que se acerca y le urges a que lo evite. Tú has bendecido la tierra, las montañas y las aguas con sustancias curativas, que permiten a tus criaturas aliviar sus sufrimientos y curar sus enfermedades. Tú has dotado al hombre de sabiduría para aliviar el dolor de su hermano, para diagnosticar sus enfermedades, para extraer las sustancias curativas, para descubrir sus efectos y para prepararlas y aplicarlas como mejor convenga en cada enfermedad.

En Tu eterna Providencia, Tú me has elegido para velar sobre la vida y la salud de Tus criaturas. Estoy ahora preparado para dedicarme a los deberes de mi profesión. Apóyame, Dios Todopoderoso, en este gran trabajo para que haga bien a los hombres, pues sin Tu ayuda nada de lo que haga tendrá éxito. Inspírame un gran amor a mi arte y a Tus criaturas. No permitas que la sed de ganancias o que la ambición de renombre y admiración echen a perder mi trabajo, pues son enemigas de la verdad y del amor a la humanidad y pueden desviarme del noble deber de atender al bienestar de Tus criaturas.

Da vigor a mi cuerpo y a mi espíritu, a fin de que esté siempre dispuestos a ayudar con buen ánimo al pobre y al rico, al malo y al bueno, al enemigo igual que al amigo. Haz que en el que sufre yo no vea más que al hombre. Ilumina mi mente para que reconozca lo que se presenta a mis ojos y para que sepa discernir lo que está ausente y escondido. Que no deje de ver lo que es visible, pero no permitas que me arrogue el poder de inventar lo que no existe; pues los límites del arte de preservar la vida y la salud de Tus criaturas son tenues e indefinidos. No permitas que me distraiga: que ningún pensamiento extraño desvíe mi atención de la cabecera del enfermo o perturbe mi mente en su silenciosa deliberación, pues son grandes y complicadas las reflexiones que se necesitan para no dañar a Tus criaturas.

íDios Todopoderoso! Concédeme que mis pacientes tengan confianza en mí y en mi arte y sigan mis prescripciones y mi consejo. Aleja de su lado a los charlatanes y a la multitud de los parientes oficiosos y sabelotodos, gente cruel que con arrogancia echa a perder los mejores propósitos de nuestro arte y a menudo lleva a la muerte a Tus criaturas. Que los que son más sabios quieran ayudarme y me instruyan. Haz que de corazón les agradezca su guía, porque es muy extenso nuestro arte.

Que sean los insensatos y locos quienes me censuren. Que el amor de la profesión me fortalezca frente a ellos. Que yo permanezca firme y que no me importe ni su edad, su reputación, o su honor, porque si me rindiera a sus críticas podría dañar a tus criaturas. Llena mi alma de delicadeza y serenidad si algún colega de más años, orgulloso de su mayor experiencia, quiere desplazarme, me desprecia o se niega a enseñarme. Que eso no me haga un resentido, porque saben cosas que yo ignoro. Que no me apene su arrogancia. Porque aunque son ancianos, la edad avanzada no es dueña de las pasiones.

Yo espero alcanzar la vejez en esta tierra y estar en Tu presencia, Señor Todopoderoso. Haz que sea modesto en todo excepto en el deseo de conocer el arte de mi profesión. No permitas que me ataque el pensamiento de que ya sé bastante. Por el contrario, concédeme la fuerza, la alegría y la ambición de saber más cada día. Pues el arte es inacabable, y la mente del hombre siempre puede crecer. En Tu eterna Providencia, Tú me has elegido para velar sobre la vida y la salud de Tus criaturas.

Estoy ahora preparado para dedicarme a los deberes de mi profesión. Apóyame, Dios Todopoderoso, en este gran trabajo para que haga bien a los hombres, pues sin Tu ayuda nada de lo que haga tendrá éxito".

Algunos de sus escritos:

Extractos de Galeno, que es una selección de lo más relevante de entre los 100 libros escritos por Galeno.

Comentario sobre los aforismos de Hipócrates, un estudio detallado y crítico. Cuando Hipócrates afirma que "un varón nace del ovario derecho, una hembra del izquierdo", Maimónides comenta irónico: "hay que ser un profeta o un genio para saber esto".

Aforismos médicos de Moisés, su mayor obra, contiene 1.500 aforismos basados en la medicina griega, divididos en 25 capítulos: apoplejía en la enfermedad cerebro-vascular y del pronóstico; en el capítulo de enfermedades respiratorias describe el enfisema obstructivo y describe detenidamente los signos y síntomas de la neumonía; de la Hepatitis detalla los 8 signos: fiebre alta, sed, anorexia, lengua roja que se vuelve negra, vómito biliar, dolor en costado derecho, tos ligera y pesadez en el costado derecho.

Tratado sobre las hemorroides, expone medidas higiénicas y dietéticas para preservar la salud. Se muestra contrario a la sangría o a la cirugía excepto en casos graves..

Tratado sobre las relaciones sexuales, escrito para un sobrino de Saladino que quería aumentar su potencial sexual. Describe alimentos y drogas que actúan como afrodisíacos o como antiafrodisíacos. Aconseja moderación en la actividad sexual y describe la fisiología sexual.

Libro de la Santidad, consta de tres libros. El primero habla sobre las leyes concernientes a las relaciones ilícitas y describe a la mujer menstruante, la mujer que trae al mundo a un niño, la mujer que sufre el flujo, relaciones entre un Israelita y un pagano, bastardos, masculino con partes pudendas mutiladas, descendencia sacerdotal probada o no probada, aspectos generales en el matrimonio y castidad. Tratando de ver cada aspecto de la ley en la regulación de la vida íntima e individual, concluyendo con su lección moral:

"... aleja tu alma de lo que es superfluo, endereza lo que esté torcido, purifica e ilumina cuando este oscuro... hasta que la virtud brille ante tus ojos con su diurno esplendor."

En el segundo libro trata acerca de los alimentos prohibidos, concerniente a la idea de santidad, mientras que en el escrito tercero cubre todos los aspectos, que hablan de la presentación de la carne de los animales permitidos para el consumo humano.

Tratado sobre el asthma, explica en 13 capítulos las reglas dietéticas y climáticas apropiadas para los asmáticos. Afirma que el clima egipcio seco es apropiado para esta enfermedad y previene contra el uso de medicamentos poderosos. También hace recomendaciones útiles para la conservación de la salud y el tratamiento de la enfermedad.

“Lo primero que hay que considerar es la provisión de aire fresco, agua limpia y una dieta saludable y describe detalladamente: "El aire de la ciudad está estancado, es turbio y denso, resultado natural de los grandes edificios, de las calles estrechas, los desechos de sus habitantes... uno debe escoger como residencia un lugar abierto... se debe vivir en un piso superior... con mucho sol... Las letrinas deberán estar lo más lejos posible de las habitaciones de vivienda. El aire puro es la regla más importante para la preservación de la salud del cuerpo y del espíritu".

También afirma que si una persona está alterada emocionalmente o se encuentra en un estado de agitación mental, su bienestar físico sufre y eventualmente puede llegar a enfermar su cuerpo.

Tratado de los venenos y sus antídotos, fue el texto de toxicología fundamental de toda la Edad Media, hace recomendaciones para la mordedura de serpiente. También describe el periodo largo de incubación de la rabia y afirma que debe de dejarse abierta la herida por 40 días, así como los síntomas de envenenamiento por belladona y la distinción entre venenos calientes y fríos.

El Régimen de la salud, recomendaciones higiénico dietéticas y del uso de medicamentos, tanto del clima, domicilio, ocupación, baños, actividad sexual, vino, dieta y enfermedades respiratorias.

Mishné Torá, describe las reglas sobre la supremacía y nobleza de la vida humana, según Maimónides, el hombre debe tender a mantener su salud física y su vigor para que su espíritu se mantenga enhiesto, en condición de conocer a Dios, puesto que es imposible entender las ciencias y meditar sobre ellas cuando se está enfermo o hambriento.

Guía de los perplejos, considerada su obra maestra. A través de Aristóteles y su lógica hace una búsqueda del entendimiento de la fe. Sus reflexiones sobre Cuerpo-Espíritu tienen un innegable valor filosófico. Tuvo una gran influencia en Santo Tomás de Aquino.

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