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Febrero Loco

Kenneth Rexroth (1905-1982)

Kenneth Rexroth (1905-1982)

 

 

 

Lo que en la contemplación
se absorbe, en el amor
se dispensa.

 

 

 

Mi cuerpo está dormido. Sólo
mis ojos y mi cerebro están despiertos.
Las estrellas permanecen quietas a mi alrededor
como ojos de oro. Yo no sabría
decir dónde comienza mi ser o dónde acaba.
La suave brisa en los oscuros pinos
y en la hierba invisible,
la Tierra que se inclina, las estrellas esparcidas
tienen un ojo que se ve a sí mismo.

Cuando arrastro el tronco podrido
desde el fondo del estanque,
lo siento pesado como una piedra.
Lo dejo tendido al sol
durante un mes; y luego lo desmenuzo
en trozos, que voy separando
para hacer astillas, y los extiendo
para que se sequen más.
..

De repente vi bajo mis pies,
extendidos en el suelo de la noche, lingotes
de una fosforescencia parpadeante,
y todo alrededor estaba cubierto de chispas
de una luz fría, pálida y viva.

El inmenso fenómeno sideral
del alba converge en la garceta,
reverbera y converge en mí,
y sigue su camino infinito irradiando
hasta tocar el último polvo galáctico. (...)


Mi mujer ha estado nadando en el rompeolas,
viene hacia mí por la playa, desnuda,
centelleante de agua, cantando alto y claro
contra las olas batientes. El sol atraviesa
las colinas y envuelve sus cabellos, como ilumina
la luna y embellece el mar,
y en el corazón de las montañas funde
la nieve del invierno y los glaciares
de diez mil milenios.

.... La Red de Indra,
el infinito compuesto de infinitos,
la Guirnalda de Flores.
Cada universo reflejando
los otros universos, reflejándose
en todos ellos...

Invisible, solemne y fragante,
tu carne se abre a mí en secreto.
No conoceremos ningún enigma más grande.
Después de todos estos años no hay nada
más extraño que esto. Nosotros que nos sentimos
como un sólo ser doble, y movemos nuestros miembros
como hábiles instrumentos de un mismo deseo fundido,
somos un misterio en brazos del otro.

El futuro se ha ido hace tiempo
y el pasado
no llegará jamás
solamente
tenemos esto
nuestro ser eterno
tan pequeño
tan infinito
tan breve
tan inmenso
inmortal
como nuestras manos que se palpan
imperecedero
como este vino iluminado por el fuego
todopoderoso
como este sencillo beso
que no tiene comienzo
y que no tendrá
nunca
fin

El amor es el aspecto subjetivo
de la contemplación.
El amor sexual es una de
las más perfectas formas de
contemplación, mientras no esté hecho
de ignorancia, avaricia,
y deseo de posesión.

Para el corazón empobrecido
la noticia e incluso la vista
de la destrucción de miles
de otros seres humanos
puede asumir sólo la forma
de un grito lejano (...)
Sin embargo, como para los dos amantes,
el ser querido es conocido y
amado cada día más perfectamente,
es todo el universo de personas
el que deviene más real.

Todo lo que se ha creado
en el mundo es cambiante
por naturaleza.
Tomadlo con calma.

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