Alfred McCoy Tyner el vuelo constante de un prodigio

09 de agosto de 2012 - 19:35 - Música/ Music

Guitars es un nuevo álbum que ha nacido para cinco guitarristas: Derek Trucks, Bela Fleck, Bill Frisell, John Scofield y Marc Ribot recogidos y acompañados por el trío del pianista McCoy Tyner, ni más ni menos, con Ron Carter al contrabajo y Jack DeJohnette a la batería. El álbum incluye un DVD con making off.

El pianista McCoy Tyner en el mundo del jazz es una las figuras más importantes, pianista que formó parte de una de las más grandes evoluciones de este estilo musical. Escuchar a McCoy Tyner es entrar en otro status en el que el jazz cobra su dimensión real y absoluta de futuro. Tyner y Coltrane van cogidos de la mano en esta respiración de libertad en la que Miles Davis se pasea atemporal. Cosas favoritas de los 60 aún está de parto con Elvin Jones marcando un tempo de futuro que nos llevará a un Amor Supremo. Todavía nos queda mucho por aprender pero estamos en ello.

Y, ahí, me paro relamiéndome con todo lo que ya se va percibiendo, con todo lo que los jóvenes músicos de jazz van desenvolviendo con cariño porque el jazz fue a la velocidad de la luz llevado por las circunstancias y conducido por grandes corazones y mentes y era dificil de alcanzar pero ahora se desvela.

McCoy Tyner está ahí, ahora mismo, desenvolviendo un lenguaje tan difícil de describir o interpretar para muchos, como los jeroglíficos egipcios, aunque se trata de un lenguaje del futuro. Para los neófitos solo nos queda la boca abierta ante músicos como Tyner o como Coltrane y otros ya se embarcaron en ese viaje al futuro que está cargado de Libertad y Hermandad.

McCoy Tyner nacio en Filadelpia un 11 de diciembre de 1938 y sus dedos recorren el piano vertiginosamente, desarrollan los bajos o los acordes arpegiados con una maestría casi inalcanzable. Admiración y respeto, maestría y corazón rodean a Tyner. Y él está en el camino abriendo paso a los que llegan. Como un eterno Inceptión rodeado de momentos tiernos, expansiones y extensiones, desiertos, iluminaciones o volando el viento. Las anotaciones se quedan al margen en este vuelo que ha encontrado sus alisios, sus revelaciones, y que, finalmente, comparte sus soliloquios con aquellos que los reconoceran en sus pasos de gigante.